El fin de semana de la semana pasado hicimos algo que esta siendo extraordinario últimamente y antiguamente era cotidiano.
Nos fuimos con nuestros amigos y vecinos Gollo, Raquel y su perro Wolf por el Pirineo en busca de tranquilidad y buenos paisajes, y la verdad es que lo encontramos y con creces.
Estuvimos alojados en Benasque en un hotel en el mismo centro. El sábado empezamos con un pequeño paseo por en las afueras del pueblo siguiendo la orilla del río, ya que no nos podíamos mover mucho por el tiempo, ya que estuvo toda la mañana lloviendo.
Por el camino desde luego pos había que probar la cámara de fotos y tenia unos modelos de excepción que son mi vecino y su perro.
El día fue transcurriendo con mucha normalidad hasta que nos paramos a comer cerca del balneario, pero la lluvia nos obligo a marcharnos al hotel.
Por la tarde el tiempo cambio de una manera brutal y nos permitio darnos un buen paseo hacia unas pozas en los alrededores del pueblo. Por supuesto el tiempo me dejo probar cosas de la cámara y sacar fotos como esta:
Después del paseo de compras por Benasque y a tomar algo a una terracita.
Al día siguiente después de recoger y desayunar cogimos el coche y empezamos a bajar el valle siguiendo el curso del río, cuando llegamos a la altura de Castejón tiramos montaña arriba, hasta llegar a una especie de mirador en el que saque fotos como esta.
Para culminar nuestro recorrido por el valle nos dirigimos a Seira un pueblecito escondido en mitad de las montañas. Dejamos el coche por allí y nos dirigimos a las pozas de Barbaruens donde estuvimos hasta pasado el medio día. El paisaje era impresionante.
